Ana es una antigua alumna de reflexología, compañera de la escuela, que trabaja como profesora titular de español en el Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Granada y que tiene muchas cosas que compartir.
- Hola Ana, ¿cómo estás?
R: En estos momentos muy bien, la verdad, viviendo y disfrutando de todo lo que la vida me depara. Consciente de que cada momento es único y por tanto no hay que dejarlo pasar, sentir la alegría en un momento de felicidad y la pena en uno de sufrimiento es muy sano y muy humano. Y en ese momento de mi vida me encuentro.
- Nos gustaría que hablases de tu experiencia con la reflexología, ese método natural de salud tan desconocido como antiguo.
R: La reflexología me llegó en un momento en el que yo sentía que el cuerpo es un todo, es un aparato perfecto, es la perfección, si una parte de él se estropea eso repercute en otra parte. Como un televisor al que no le llega bien la imagen y necesitas ajustarlo y coges tu mando a distancia seleccionas la función y lo dejas perfecto. A mí me faltaba descubrir ese botón de ajuste, ese mando a distancia y lo encontré en la planta del pie. Después se trataba de escuchar o sentir que parte del cuerpo estaba desajustada para ir a la zona refleja del pie y con mucho amor tratar de sintonizarla. Te lo voy a terminar de explicar con una cita de mi libro.
“Es otra forma de comunicación, un nuevo lenguaje que consta de un emisor, un receptor, un mensaje, un canal, un código y una interpretación que tendremos que descifrar con cada mensaje que nos llegue de nuestro organismo. Y de pronto, nuestro cuerpo reacciona al mismo tiempo que nuestro pie. Este último se relaja, se distiende, se vuelve más duro, más fuerte pero al mismo tiempo más sensible, y nuestro cuerpo empieza a hablarte y a pedirte agua o pipí. Tu piel se vuelve más limpia, tu cara más relajada, tu pelo más fuerte y espeso. Tu columna se va relajando, y tus hombros y tu abdomen….. Todo se va regulando y volviendo a la vida. Nos volvemos más como nuestros ancestros, más primigenios, más básicos. Las emociones empiezan a fluir y nuestro miedo nos habla de seguridad, nuestras tristezas de crecimiento, nuestro estrés de tranquilidad mental. La alegría empieza a manar y con ella la necesidad de transmitirlo al mundo, de contarlo para que crean, para que confíen. Esa fue la puerta que se abrió en mí con el descubrimiento de esta magia: la necesidad de practicarlo. Es una puerta que abre hacia fuera, hacia el exterior, hacia la necesidad de ayudar a los demás.”
- Nuestros lectores no lo saben pero ha llegado el momento de hablar de tu espondilitis...¿cuándo te diagnosticaron espondilitis, cómo reaccionaste y cómo se han desarrollado todos estos años?
R: Pues si, padezco de espondilitis anquilosante (EA) desde hace muchos años (creo que durante toda mi vida) pero diagnosticada hace tres. Y como tú muy bien dices es “mi espondilitis”, pues no hay una, sino que cada afectado vive la suya de manera muy diferente aunque los síntomas sean los mismos. Para quien no lo sepa la EA es una enfermedad reumática que produce anquilosamiento debido a la inflamación continua de la columna que va perdiendo poco a poco flexibilidad hasta quedarse rígida completamente. Al principio, el diagnóstico lo viví con miedo, después con rabia, luego con resignación y ahora con comprensión y aceptación. Ahora no tengo tratamiento, me mantengo con el ejercicio (chikun), la reflexología, la homeopatía, fitoterapia y hábitos de vida saludables, dieta baja en almidón, poca carne, mucha verdura y fruta… y sobre todo con hábitos mentales saludables, no me siento enferma, mi enfermedad me ha hecho como soy y he aprendido de ella, es mi amiga, es la que me dice por donde y como y con quien debo de ir, es mi mejor aliada y consejera y da un sentido a todo lo que hago. Como mi función de secretaria de la junta directiva de AGRADE (asociación granadina de enfermos de espondilitis) cuya sede se encuentra en el Centro Cívico del Beiro y desde la cual pretendemos ayudar a todos los enfermos que después del diagnostico no sepan a quien ni a donde acudir. Ofrecemos un servicio de rehabilitación continua en las instalaciones del Hospital de Traumatología, sesiones y talleres de reflexología, atención psicológica, , excursiones, cine forum….Si alguien con esta o cualquier otra enfermedad de tipo reumático necesita ayuda, por favor no dude en ponerse en contacto con nosotros a través de mi correo (anahes@yahoo.es) . Muy pronto todo ese asesoramiento se encontrará en nuestra pagina web.
- Un pajarito nos ha dicho que has escrito un libro...un libro testimonial y de autoayuda que se titula "Espondilitis, mi salvación". El título en principio se ve muy sugerente... ¿por qué no nos adelantas ya algo?
R: Es un libro que todavía no ha visto la luz, está a punto de salir editado y trata de la enfermedad entendida desde el crecimiento, como se puede aprender de ella para liberarnos de nosotros mismos y aprender a vivir con lo que tenemos en cada momento, en este caso, con la falta de salud. Es un libro autobiográfico y de autoayuda, a partir de mi propia experiencia con la espondilitis cuento como yo fui aceptando y superando el sufrimiento con los medios que los médicos pusieron a mi alcance (medicación y rehabilitación apropiada para la espondilitis) y con los medios que yo misma fui eligiendo al ir poco a poco participando de mi propia autosanación (que no autocuración, pues no me considero curada, sino sanada). El libro consta de tres partes, medicina para el cuerpo, para la mente y para el alma, En cada una de ellas cuento los medios que me han ayudado a ir sanándome a mí personalmente, a “mi espondilitis”. Cada una de esas partes está dividida en “puertas” que se iban “abriendo” con cada una de esas terapias en mi interior aportándome crecimiento y seguridad al mismo tiempo que equilibrio. De manera que ese “todo” que somos (cuerpo, mente y espíritu) trabaje al unísono, sin dejar nunca la medicación que el reumatólogo nos recomiende. Hablo de antigimnasia, chikun, reflexología, flores de bach, relajación, meditación…
- Nos gustaría que dieses tu opinión sobre qué es para ti la salud y la enfermedad. ¿Cómo definirias a esos dos impostores desde tu experiencia vital?
R: Para mí la salud y la enfermedad son complementarias, no enemigas, la enfermedad es un aviso de lo que el cuerpo necesita para encontrarse saludable. La enfermedad es la chismosa que nos habla interior y exteriormente de lo que no funciona para que nos pongamos manos a la obra y nos decidamos a actuar saludablemente. En el libro explico que la sanación y la curación son diferentes, la curación es la superación física y la sanación es la aceptación interior de lo que me pasa y de lo que puedo hacer para encontrarme mejor. Lo explico en esta cita del libro:
“A partir de entonces me considero una persona SANA, que no necesariamente curada de mi enfermedad, pero sí sana mentalmente, libre de conductas enfermizas y por tanto lista para la curación. Estar sana significa aceptar, no luchar. Significa vivir la enfermedad con optimismo y con la mente dispuesta a avanzar y mejorar. Estar curada significa dejar de padecer los síntomas de una enfermedad. Sin la sanación no puede haber curación.”
O sea, que para curarse, primero hay que sanarse y predisponerse interiormente para vivir todo el proceso con la confianza y la conciencia plena de que va a funcionar porque así lo he decidido yo. Por eso no hay una manera única, ni un único camino de afrontar la enfermedad, aunque el fin sea el mismo, cada uno debe ir encontrando sus propias terapias. Las que yo propongo son las que han funcionado en mí y que espero puedan ayudar a otras muchas personas que se encuentren en ese proceso, por lo menos para que no sientan solas, ni diferentes y para animarlas a continuar.
- Solo nos queda agradecerte tu gentileza (sabemos que andas muy liada) y manifestar que fue un placer para nosotros contar contigo como alumna de la escuela, que has enriquecido a todos compartiendo tu experiencia personal y que no cambies nunca, hace falta más gente como tu en este mundo.
R:Gracias a ti, Adela, por todo lo que me has enseñando y por tanto apoyo. Gracias también a todos esos profesionales que cada día trabajan desde el amor, haciéndonos cada día más humanos y más sensibles hacia lo que nos pasa para poder entender lo que les pasa a los demás y así ser consciente de todo lo que podemos hacer y por nosotros y todos los demás.
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