sábado, 26 de junio de 2010

Fracaso escolar: Una propuesta natural según sean sus causas


Por fin ha terminado el duro curso escolar y en las mayoría de los hogares españoles se esta viviendo una tragedia por el resultado académico de nuestro hijos.


Este es un problema real y que queda demostrado por las estadísticas que señalan que este fenómeno afecta ya a 135.000 jóvenes en toda España, lo que supone un 30,8 por ciento de la población en edad escolar, muy superior a la media europea. Cifras que se consideran alarmantes, ya que en las enseñanzas medias, un 32% de los alumnos repiten curso y un 48% no superan el Bachiller.


Esta situación hace que los padres no sepan que hacer, se encuentran con varias asignaturas suspensas, y un terrorífico verano de tres meses por delante, para intentar conseguir, lo que no se ha logrado en nueve meses.


Las causas del fracaso son muchas, entre las que destacan los trastornos de aprendizaje y los trastornos emocionales. Hay diferentes estudios que coinciden en señalar que alrededor de un 29% del fracaso se debe a factores emocionales de todo tipo, entre los que un 10% se debe a un trastorno de déficit de atención por hiperactividad.




Lo que los padres nos planteamos es que podemos hacer, antes estas situaciones. Si nuestros hijos empiezan a manifestar problemas de rendimiento al comienzo de su vida escolar se debe realizar una exploración medica y psicológica del niño, para descartar algún trastorno concreto o problema, ya sea déficit de atención, bajo nivel intelectual, retraso del lenguaje, dislexias etc., para desde ese momento disponer de un diagnostico que es fundamental para una actuación medica y psicológica. En este caso el diagnostico precoz, se considera de gran importancia.


Pero en la mayoría de los casos el fracaso aparece después de años de escolarización con buenos resultados, empiezan a aparecer dificultades para mantener el nivel, debidas principalmente a cambios en el niño, el paso a la adolescencia, o una circunstancia concreta y transitoria que interfiere negativamente en su rendimiento.


En este segundo caso las medidas que se pueden tomar deben partir de una valoración de padres, educadores, psicólogos, para poder así determinar las causas emocionales que provocan la apatía, la desgana, cuales son las cuestiones personales , sobretodo el paso a la adolescencia, sentimientos de inferioridad, falta de autoestima, etc.


El naturópata, el psicólogo, educador, etc. (empleando las Esencias Florales con sus propiedades) puede ayudar en estos casos de manera muy eficaz, y aunque son varias las Flores de Bach que mejoran el aprendizaje, la concentración y el rendimiento, es importante incidir en que no existe una formula única, ya que es necesario conocer esas causas emocionales que desencadenan los malos resultados escolares.


Hay muchos casos en los que domina el miedo al fracaso, la inseguridad, en otros hay trastornos depresivos, ansiedad, complejos, y un largo etc.


La experiencia ha demostrado, la efectividad de los Remedios Florales de Bach, tanto en adultos como en niños, y hay que destacar que son naturales y no tienen contraindicaciones, no provocan efectos adversos y que una de sus mayores virtudes es que aceleran los procesos de recuperación por lo que se convierten en una herramienta muy útil en otras intervenciones, por ejemplo, las psicológicas.


Queremos que nuestros hijos sean felices en todos los aspectos de su vida, y que el estudio no les suponga una tragedia que le marque para toda su vida.


Hablaremos más delante de cada una de las Flores de Bach que pueden ser de gran ayuda para mejorar el rendimiento de nuestros hijos.


Maria José de Diego, naturópata, profesora de Esencias Florales en la Escuela Internacional de Naturopatía M.R.A.